Durante esta legislatura los trabajadores del Ayuntamiento de Las Rozas han visto cómo se han ido degradando progresivamente sus condiciones laborales. La decisión unilateral del PP de romper el acuerdo de convenio alcanzado en 2011 dio paso a un cuestionamiento de los derechos laborales de los trabajadores municipales, abriendo la vía al endurecimiento unilateral y arbitrario de sus condiciones por parte del Equipo de Gobierno.
El Ayuntamiento de Las Rozas arrastra además una estructura insuficiente para dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía. El bajo porcentaje de funcionarios en departamentos clave como Intervención o Urbanismo dificulta la garantía de independencia de los trabajadores, impidiendo la regeneración democrática, y lastra las labores de control y fiscalización de las políticas municipales.
La política de contratación del Ayuntamiento de Las Rozas promueve la adjudicación de contratos a grandes empresas y fomenta la precariedad laboral del personal contratado. Los pliegos de condiciones excluyen a pequeñas empresas, autónomos, cooperativas o empresas de la economía social, que no pueden competir en precio.
El Ayuntamiento, por falta de voluntad política, no hace seguimiento del cumplimiento de los pliegos de condiciones de las empresas contratistas, que se encuentran con el campo abierto para optimizar sus beneficios a costa de las condiciones laborales y la calidad del servicio que ofrecen.
- Contratos de servicios a empresas en quiebra (seguridad accesos, monitores de deporte, asistencia a domicilio, profesores de música).